
La Ermita de San Frutos, son los restos de un antiguo monasterio ubicado en la provincia de Segovia y perteneciente a la localidad de Carrascal del Río Segovia, en la Comunidad de Castilla y León. San Frutos nació en el siglo VII en una familia visigoda acomodada, siendo muy joven y junto a sus hermanos, Valentín y Engracia, repartieron todos sus bienes entre los pobres y se retiraron a estos parajes para dedicarse a la oración. Allí permanecieron hasta la muerte de San Frutos a los 73 años de edad, marchándose sus hermanos a Caballar, donde fueron capturados y martirizados por los moros. Eclesiásticamente, pertenece a la parroquia de Sepúlveda. El conjunto monacal se sitúa sobre uno de los meandros que forman las hoces del río Duratón, en el mismo corazón del parque de las Hoces del río Duratón. Su ubicación, al borde del acantilado, permite apreciar óptimamente el cañón que forma el río Duratón y el remanso que se crea con el embalse de la cercana presa de Burgomillodo. Desde este lugar se aprecian las tres zonas diferentes y determinadas que configuran el parque, la paramera en la zona superior, el bosque de ribera a la orilla del río y los cortados. Destaca la observación de aves, en particular de los buitres leonados, cuyas buitreras se ven en la pared opuesta y las aves a poca distancia del visitante. Su mirador es un lugar fantástico para fotografiar buitres leonados en vuelo.

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